Según un estudio de Unicef “La
escolarización reduce el riesgo de las niñas africanas de sufrir ablación o matrimonio infantil”. Noticia completa Dicho estudio se ha realizado en Gambia
Parece mentira que en un vergel natural gracias al río que
le da nombre y sus numerosos afluentes, no hayamos sido capaces de ayudar a prosperar
a un país que está habitado por menos de dos millones de personas, la mitad de
las cuales son mujeres y por lo tanto posibles víctimas de la ablación de clítoris y los
matrimonios prematuros.
Después de tantos estudios –no todos con los mismos
resultados– y las cantidades ingentes gastados en ellos, las mentes “pensantes”
deberían preguntarse qué se ha hecho mal. Otra cosa que también llama bastante
la atención son las grandes subvenciones que reciben algunas organizaciones y
los resultados obtenidos, así como los sueldos de algunos de sus dirigentes.
Son muchas las ONG’s que trabajan contra la mutilación,
aunque no todas cuentan con los mismos medios y, paradogicamente, no siempre las que obtienen mejores resultados
son las que disponen de más recursos. Tal vez ha llegado el momento de
investigar qué pasa con el dinero supuestamente dedicado a la erradicación de
la mutilación genital femenina… empezando por el patrimonio acumulado en el
país donde trabajan de algunos occidentales que tras muchos años de “lucha”,
declaran no sólo no haber conseguido resultados significativos, sino en muchos
casos el efecto contrario.