Cada año, cuando
se celebra el día de la tolerancia cero con la MGF, no puedo dejar de hacer
balance de lo conseguido para su erradicación. Este año ha sido positivo en la
lucha contra la Mutilación Genital Femenina, dos países más
se han sumado a la prohibición de la ablación de clítoris Gambia, donde el porcentaje de mujeres sometidas
a la mutilación es de un 78% y, donde además deben sumarse las niñas desplazadas
por sus padres desde Senegal, donde ya hacía tiempo que estaba prohibida. Es
una doble buena noticia porque, a partir de ahora, además de las mujeres
gambianas tampoco podrán ser mutiladas las senegalesas que aún lo eran.
Otro país que también
ha criminalizado esta práctica es Nigeria donde un 19,9 % de las mujeres son sometidas a
esta terrible aberración.
Este año también se ha
avanzado en el número de reconstruciones de clítoris, habiéndose llegado a aprobar que esta operación sea costeada
por el sistema público
Sin embargo y, con
referencia a esta “reconstrucción”, se
debería informar de que no es ningún milagro como algunas personas creen
al leer la noticia, ya que en las mayoría de los casos no es posible recuperar
la capacidad de obtener el placer pleno, ya que si el glande del clítoris que
contiene 8000 terminaciones nerviosas ha sido extirpado, estas no pueden ser
restituidas.
Esta falsa creencia es
debida al gran desconocimiento del funcionamiento de los órganos genitales femeninos. Aún ahora siguen habiendo personas que
creen que sólo con la penetración la mujer puede obtener un orgasmo o que la
estimulación del controvertido punto “G” es suficiente para conseguir la excitación.
Pero el maravilloso puntito es imposible de “activar” sólo con el frotis de la
penetración y la mujer necesita estar muy excitada para que dicha glándula se
haga visible y por lo tanto poder ser estimulada, cosa imposible si el “generador”
ha sido cortado.
La sexualidad de la
mujer es una gran desconocida, incluso para muchas mujeres que creen tener
algún tipo de problema o disfunción, cuando no consiguen obtener el placer
esperado por los métodos supuestamente habituales. Para entender la sexualidad
de una mujer sin glande sólo es necesario no estimularlo durante la relación
sexual tanto si eres hombre como mujer, porque un pene sin glande tampoco podrá
nunca generar el mismo placer.
Sí es cierto, y sólo
por eso vale la pena someterse a la reconstrucción genital, que se pueden
corregir las fibrosis, las fístulas y otras consecuencias de la MGF extremadamente
dolorosas. Así que, aunque parezca una crítica, o que no reconozca el mérito de
estas intervenciones, aplaudo y
agradezco cualquier tipo de sufrimiento que se evite a las mujeres que
fueron mutiladas y seguramente abiertas por sus maridos con un cuchillo en la noche
de bodas para poder ser penetradas.
Este ha sido un año positivo para muchas mujeres mutiladas,
pero aún queda mucho trabajo por hacer para evitar que muchas otras lo sean en
un futuro y esto sólo se consigue a través de la educación porque la mejor manera de prevenir es educar.